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Catarata

 
Dr. Jose Dalma
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El ojo, como una cámara, tiene una serie de lentes que enfocan la luz y nos permiten ver una imagen nítida. Uno de estos lentes es el cristalino. Este es un lente que se encuentra en el interior del ojo, por detrás del iris, la parte de “color” de los ojos.

El término “catarata” se refiere a la opacificación de este lente y es una de los padecimientos oculares más frecuentes. Esta opacificación puede deberse a problemas hereditarios u otras enfermedades como la diabetes, a golpes severos, al uso de algunos medicamentos o a cirugías oculares previas. Pero la causa mas común es el envejecimiento normal del ojo.

El síntoma más común de una catarata es la visión borrosa o nublada que aparece en forma progresiva, sin dolor ni ninguna otra molestia. En ocasiones se siente molestia con la luz, sobre todo al manejar de noche. El cambio frecuente de graduación de anteojos después de cierta edad o la percepción amarillenta o pálida de los colores también pueden ser síntomas de una opacidad del cristalino.

El diagnóstico adecuado de este padecimiento sólo puede hacerse a base de un examen ocular completo hecho por un oftalmólogo (médico cirujano dedicado al diagnóstico y tratamiento de los padecimientos de los ojos). Este examen, aparte de diagnosticar una catarata, puede descartar otras posibles causas de disminución en la visión como problemas de retina o de nervio óptico y que pueden ser responsables de una recuperación sólo parcial de la visión una vez eliminadas las cataratas.

En realidad la catarata se empieza a formar desde el día en que nacemos. Es consecuencia del envejecimiento normal que sufre el cristalino. Es imposible predecir la edad a la que aparecerá o la velocidad a la que progresará, ya que es diferente en cada persona.

Hoy en día el único tratamiento que se ha demostrado eficaz para una catarata es la cirugía; pero ésta sólo es necesaria cuando la catarata impide la función normal del paciente.

En ocasiones un cambio en la graduación de lentes es lo único que se requiere para restablecer una visión temporalmente suficiente para que el paciente siga una vida normal. En caso de necesitar una cirugía no existe razón para que la catarata tenga que “madurar”. Esta operación puede llevarse a cabo en cuanto se desee. La decisión debe tomarla el paciente junto con su médico.

La cirugía de catarata consiste en la extracción del centro del cristalino opaco dejando una delgada “cáscara” (la cápsula posterior) dentro de la cual se coloca un lente de plástico (lente intraocular)calculado previa y específicamente para cada persona. Éste substituye la función del cristalino y solo se implanta si el cirujano lo juzga seguro. Actualmente existen técnicas que utilizan el láser para realizar parte de la cirugía. El oftalmólogo decidirá con usted cual es la mejor opción quirúrgica. Esta operación se realiza bajo un microscopio utilizando equipo muy fino. Por lo general la cirugía se efectúa bajo anestesia local y es de carácter ambulatorio por lo que no es necesario pasar la noche en el hospital.

La visión se empieza a recuperar desde el día siguiente a la cirugía y llega a estabilizarse aproximadamente a las 4 a 6 semanas después de la intervención. Durante este tiempo el paciente y su oftalmólogo se pondrán de acuerdo sobre las actividades que puede realizar, sobre los medicamentos y sobre las revisiones periódicas que tendrán que llevarse a cabo. Pasado el tiempo de recuperación el oftalmólogo probablemente le dará la graduación de lentes para obtener la mejor visión posible tanto de cerca como de lejos. La cápsula posterior (la “cascarita” en donde se colocó el lente intraocular) puede opacarse con el tiempo (meses a años) en aproximadamente 20% de los pacientes operados. Esta cápsula se puede abrir con un procedimiento sencillo con láser restableciendo la buena visión de inmediato.

La cirugía de catarata actualmente tiene un éxito de más del 90% haciéndola una de las cirugías más seguras.

Sin embargo, como en cualquier procedimiento quirúrgico, pueden existir complicaciones durante y después de la cirugía que provoquen una disminución en la visión.

En conclusión, las cataratas son una causa común de disminución en la visión, sobre todo en gente de edad avanzada. El tratamiento quirúrgico es el único útil, además de ser sencillo e indoloro para el paciente.

El rápido restablecimiento de la visión es la regla. Su oftalmólogo es el más indicado para aconsejar sobre la necesidad de la cirugía y cuándo realizarla.
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